Cuando alguien esta triste... llorar hace bien, las lagrimas purifican y humectan. Aunque te hagan sentin mal, te hacen sentir bien.
Existen varios tipos de llanto: desde aquel que alimenta la auto-compasión y busca manipular el ambiente o el estado de espíritu de los que están alrededor, hasta el llanto saludable en el cual lamentamos nuestro dolor para desapegarnos de él. Este último, no está regido por la victimización, pero si por la necesidad sincera de sentir nuestro dolor sin restricciones. Lamentar no es reclamar o quejarse, lo que apenas intensificaría el sufrimiento. Lamentar es expresar nuestras tristezas como una forma de aliviar la presión interna. Nos ayuda a desbloquear una emoción presa en nuestro interior.
Su objetivo es expresar la sensación de sentirnos víctimas, por eso es quejoso. Ese tipo de llanto tiende a entorpecer el sentimiento, en vez de permitirnos entrar en contacto con él. En cuanto lloramos, construimos una venganza contra la injusticia de la cual creemos haber sido víctimas. Así, él no nos trae alivio, al contrario, nos deja cada vez más tensos. Él surge como una expresión vacía que aumenta la sensación de distanciamiento de sí y de los otros.
En cuanto evitamos vivir un dolor emocional, éste se transformará en vicios, comportamientos compulsivos, miedos y manías que limitan nuestra vida.